Estaba casi imposible de jugar y se tomó la decisión de suspender el partido en el entretiempo. La lluvia fue torrencial y nunca paró. El encuentro iba 0-0 y casi no se puede hablar de lo futbolístico. Fue un partido con pocas situaciones de gol y se dependía de una pelota parada.
Es una incertidumbre cuando se terminará y el Granate tiene partidos por la Copa en la semana. Ahora, a pensar en Boca.
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